En los últimos 100 años personas que huían de la violencia llegaron a la región del Bajo Caguán-Caquetá. Los indígenas Murui-Muina y los campesinos han hecho su hogar aquí y han desarrollado una conexión profunda con el bosque y un fuerte sentido de solidaridad en sus comunidades.

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El aún intacto bosque del Bajo Caguán-Caquetá conecta humedales y bosques de altura del Parque Nacional La Paya al oeste con los espectaculares levantamientos de arenisca del Parque Nacional Chiribiquete al este. Nuestro inventario reveló abundantes tapires, jaguares y pecaríes, animales amenazados en otras partes de la Amazonía y que necesitan grandes áreas de distribución para mantener sus poblaciones.

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Lo más importante es que los campesinos e indígenas del Bajo Caguán-Caquetá comparten la visión sobre la necesidad de mantener el bosque intacto y al mismo tiempo, garantizar su bienestar y formas de vida. Con el acuerdo de paz recién firmado, existe un sentimiento creciente de esperanza, y una gran oportunidad de construir un nuevo modelo de conservación regional con uso directo de la población local en las casi un millón de hectáreas de bosques del Bajo Caguán-Caquetá.